No XARDIN UNHA NOITL . . . S un^i cialurosa tarde del mes de I ^ junio de 1 869, después de la siesta. Dos jóvenes estudiantes se hallan en un cuartucho de una mala casa de huéspedes matritense. Ante la proximidad e inminencia de los exámenes uno de los jovencitos repasa la "Economía Polítiqa", de Colmeiro. Su compañero de habitación, más indolente, aburrido, reclinado en una silla contra la pared, arranca sentidas no- LA OORUÑA. — Mjonumento a Curros, obra del gran Asorey. En esta foto aparece el señor Claudio Conde, en ocasión de ofrendar un ramo de flores al egregio poeta ,en representación de "Unión Orensana" de la Habana, a quien acompañan distinguidas personalidades académicas y oficiales de la ciudad herculina. tas repentizadas a una guitarra, instrumento que toca con notable maestría. El mozo de la "Economía Política", desentiéndese de los estudios jurídicos para poner toda su atención en la música (un melancólico aire galaico) y cerrando el libro dice ¡al que tañe: — ¡Qué melodía tan bonita! ¿Dónde recogiste esa canción? — En ninguna parte — contesta el otro — ; me está saliendo ahora. Repite esos compases, y no los olvides; voy a escribür par^ ellos una letra — torna a decirle el primero. Y cogiendo el lápiz, y no hablando papel a mano, abrió de nuevo el libro de Colmeiro y en las márgenes de la lección X escribió una estrofa que decía así: N'o xardin unha noite sentadja o refrexo d'o branco luar unha nena choraba sin trégolas os desdés d'un ingrato galán. Y-a coitada entre quqixas decía: "Xa no mundo non téño ninguén, vou morrer e non ven os meus olios os olliños d'o meu doce ben." Os seus ecos de malenconía camiñaban ñ as alas d'o vento Y-o lamento repetía: "Vou morrer e non vén o meu ben!" La cantó su amigo encontrándola perfectamente adaptada a la música. — Me gusta — dijo. — Bien, replicó el poeta — ; ¡ahora es preciso que improvises una segunda parte. Con una ligera variante de tono no tardó en salir la segunda parte pedida, para la cual fué escrita unía segunda estrofa. El drama desarrollado en la canción no estaba completo; una tercera estrofa — que se correspondía con la primera — cerró el poemita, cuyo nacimiento celebraron músico y poeta con una merienda de uvas, pan y vino. Así nació la famosa "Cántiga" de Manuel Curros Enríquez, el joven de la "Economía Política", de Colméiro; el mozo de la guitarra se lljamaba Cesáreo Alonso Salgado. Todas estas noticias tomo, al pie de la letra de unas cartas del insigne cantor de Galicia, reproducidas por su hijo Abelardo en su reimpresión de "Aires d'^a miña térra". Estas cartas .interesantísimas en mí concepto, han tenido la desdicha de ser leídas con tan escasa atención, que el propio don Eugenio Carré Ald.ao , notable literato y eruditísimo historiador de la "Literatura gallega", ha escrito distraídamente en la página 68 de la segunda edición de su libro: "La iniciación de Curros en la literatura gallega data desde su famosa "Cántiga", del año 69, escrita en la clase 4_CULTURA GALLEGA