universitaria, desde el momento en que se sienta en el trípode augusto de la enseñanza catedral. Explicar á unos, corregir á otros, dar ampliaciones á los de más talento, y enseñará todos, teniendo por base firme y punto de partida un libro elemental, pero completo y que responda á los adelantos y estado actual de la ciencia, es el más sagrado deber de todo maestro y la más alta y noble y trascendental labor de todo catedrático. Así lo entiende y lo ha entendido siempre el autor de esta modesta publicación cientifica y académica. Han dado y están dando fatales resultados el sistema de la multiplicidad de autores, el procedimiento de los apuntes tomados al oído ó el señalamiento de obras de consulta, cuando se ignora aún lo más elemental y rudimentario de la ciencia que se estudia. La experiencia profesional viene demostrando con lógica inflexible que el alumno que domina el libro de texto por que ha cursado académicamente, posee sólidos y firmes conocimien- tos de la asignatura que han de servirle en lo porvenir para 3tras más extensas y graves indagaciones científicas. También es á todo lo que podemos aspirar los que por decidida y firme vocación estamos consagrados á la enseñanza: preparar el terreno, á fin de que en lo porvenir la semilla del saber germine y fructifique. A. Brañas. Santiago, t.° de Septiembre de ISOG.