eftMPANA NAeíONftL LAS MUJERES, CONTRA LA GUERRA A las madres, a las mujeres del Pueblo CIUDADANAS! Por primera vez las mujeres socialistas madrileñas, llenas de fe y de entusiasmo en el grandioso ideal que sustenta el Partido Obrero, en cuyo programa figura en lugar preferente una acción continuada contra todo lo que represente opresión, convocan a todas las madres españolas, especialmente a las que tienen seres queridos en el ejército, para que unan su voz a la nuestra contra toda empresa guerrera en África, tierra que nunca odiará bastante el pueblo español. La Agrupación femenina socialista madrileña, organismo nutrido por madres amantes de sus hijos, no puede ver con resignación cómo muere la juventud obrera en los campos de Tetuán para defender intereses capitalistas que ni siquiera son españoles en su mayor parte. No es verdad, madres, esposas, hermanas de los soldados que en África han muerto, que la Patria necesite este sacrificio. España, la Nación española, es respetada y querida como otra nación cualquiera por los habitantes de aquellas tierras; pero si en sus posesiones nos metemos, si ocupamos ciudades y puertos que no fueron nunca españoles contra la voluntad de sus moradores, ¿no es lógico que ellos defiendan también su Patria, el suelo en que nacieron, garantía de respeto de sus costumbres y religiones? Nada tenemos, pues, que hacer en África; sn España hay hambre, hay explotación, hay millares de niños sin saber leer y escribir, hay vicios y crímenes más sangrientos y repugnantes que los realizados por los cabileños: eduquemos primero al pueblo español, procuremos por su salud, evitemos la carestía de las subsistencias, higienicemos nuestra vida, y haremos de este país un pueblo digno de llamarse europeo. En África ni tenemos nada que hacer, ni podemos hacerlo, o ni sabremos hacerlo. Quienes lo suyo no saben dirigir, ¿cuidarán bien de lo ajeno? Por estas razones las mujeres madrileñas ruegan a todas las Agrupaciones femeninas y Sociedades de. mujeres de España que celebren mítines, manifestaciones, conferencias, publiquen hojas, periódicos, etc., contra la guerra. No nos importa que a ella vayan también los hijos de los ricos: también ellos tendrán madres, y en el fondo de sus atribulados corazones, ¡con qué pena abrazarán a los seres de sus entrañas! ¡Qué mayor gozo para nosotras que a los mítines del domingo, 22, acudieran las madres ricas, las señoras de la aristocracia! ¡Qué mayor alegría que a nuestra voz unieran la suya y con nosotras exclamarán: ¡No queremos guerras! ¡Nuestros hijos son nuestros, y la Patria no puede exigirnos que los dejemos morir sin protesta! No lo han hecho nunca porque nunca se vieron expuestas a estas dolorosas situaciones; hoy, si el Gobierno ante las excitaciones del Partido socialista cumple la ley y al África van los hijos de los ricos, lo que no creemos, porque ya sabrán evadir el cumplimiento de misiones penosas, las madres ricas deberán venir con las madres pobres y pedir a la Nación entera que se apiade de unas pobres mujeres víctimas de un régimen excepcional. Por lo que se refiere a nosotras, no cejaremos en nuestra acción contra la guerra; no cejaremos en exigir la igualdad ante la ley para todos los soldados; más claro: no estamos conformes con la existencia de las cuotas militares, y queremos que todos sirvan en filas igual cantidad de tiempo en igualdad de condiciones. Celebrad mítines el día 22; reunid a las familias que tengan parientes en África; demostrad que la guerra es la ruina, y divulgad en todo momento los principios científicos del Socialismo. Eso os piden las mujeras socialistas de Madrid, y eso esperamos realizaréis. Madrid 14 de Junio de 1913.—Por la Agrupación femenina socialista madrileña, Juana Taboada, presidenta; María Rueda, vicepresidenta; Otilia Solera, secretaria; Ana Posadas, secretaria; Agustina Escudero, tesorera; Juliana González, contadora; Petra Gallego, María Hernández y Dolores Fernández, vocales. (Reproducido por la Juventud Socialista de Corana) TiPOaiUFiA 0»RÍ¡U; LA eOHllfli