Caantai salas1 ^ saloaei compomen ei piso prianro delreferiáo Palacio, quedarán á ía disposición del Bobarano. Esta parte d-»l isdifloio y 1* entrada especial ojia di acceso al Qaai d' Orsay, será : •■ crahsfof m xdas •n Palacio reai, sólo pudiendo entrar los fancionarios del Ministerio en las demás pan -i p )BaLas puertas que abren en ía calle era Constantino ó de la Universidad. Los salones del pr;mer piso están dispuestos en dos filas, unos con vistas al «Qaai d' Onai» y sobre la parspectiva de las orillas de Ssaa y Cimpos Elíseos, otros abren sobre el jardín del Palacio qae actualmente se halla lleno de flores. Los pri meros servirán paralas recepciones, quedando transformados los segundos en habitaciones de dormir para el Rey y loa personajes de su comitiva. En los salines que dan al «Quai d' Orsay», 8. M. D. Alfonso podrá, después de atravesar un vestíbulo adornado eoa vidrieras di color representando á Luís XU, y Kiohelieu y con tapicerías admirar euadros de Rabens, Bonecher y Desportes, tapicerías de Audráa, que rr)re^n tan lrPafiT.g Ala l'40se le admí.' Santos Oleos. aümiI11«tr4roi ' Entonces la eonata^ . grandísima. 0D8terii*ciól Todos lloraban, ta pra 111 jala- tii;i- ■** ' ■Llorase kurdos por {01 tonelí . 2.. 10.- Lícrk.t'elei pl-rr.ai'J e: ;;ie!ftcU8 siberiano flt'jfkÉliai 10.- Enferrao reanimad, Madrid 28, 19._A flerzi . cainayéter, se reaaimj ar fermo, mandando llamar fí ^ ñores ^toyLinier8parade l,,• sedeellos. ^Qespei.r Los doetorea cambiaron i.nr* neS ypasieroi el siriient,Z!e «Eifermo agraváiost Tlr. mañana. Oran dec.iaie^1' fuerzas, que no leva.tan les L. dios más indicado».» El doctor Grisda f u n© se separan m meMonto áe 1» J becera del enferme. SeRtimisRto de la fensiflirwl Madrid 2S, 19.— A las doi ym, día, > á fuerza de inyeciiwn M reanimó algo el enfermo. No ebstante, créese que 11 IQ* te es inminente. El Marqués de Santa Gjnoym que estuvo en cas» del Sr. Silriii en nombra de la Reiaa y Jan;..» Real, expresó su sentiraicoto por » agravpeión del paciente. Nuevas inyecíiones.— Curo tes eléctricas. Madrid 28, 24.— A. las cuatro di la tarde ¡le han sido aplicad&i i ilustre enfermo, Huevag infíct.: nes. La ciencia considéralo deiah' ciado. El doctor Deoret le aplieó tomates eléctricas, las caftlss so diertt resultado alguno. Al observarlo el Sr. Silfsl«dij< cYa sabía yo que al autor dsl ^ rato, se le había áe preíeatar sión de lucirse conmigo. > Traslade de cama.-Tomaií» una taza do café. Madrid 28. 24.-A las m •* gjnd^; ntrándoae alsro reanimsdi, *4l?»»oda, 1^ centrándose algo _ aprovechado esta ocasiói P»r' ladarlo á otra cama, csywdo pués en una gran postrssión. ^ A las siete, y por ordsn « . médicos, se le dió ana Uaa, d« con leehe, la cual empeló 1 ^ con gusto, íerntinande de w»^ ?ifa qué i los treiati c*i<. Y s KWIle de ( Uto gris y II Vifor ■Tí y lust posible la »':....k .-Ni una cosa m 01^ ,11^ -Entórneos renun«i»fl ^ nozce á X^-rtrie*6*^ bélica dulzura oca"» ^ flrmeyenórg^-- ^Dt*1'^ Cuando P^JÍ^*** exista para U^r » * da do esté conve^*^. puede escapar, 86 3Í> F-¡Ab!¡8ieseom ^ t meaU,sinodeb6aage.^ ™«nna censentireq n.e^s'inodebe^^e menos censentiréq ^ y morirá. 0rfi»^e ^ -¡Bravo!..- .P0 ^ tú mismo! ^áo ^ Santiago había o0, y su rostro ^ Parí